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Nutrición y Fibromialgia: Cómo una alimentación antiinflamatoria puede ayudarte

  • Foto del escritor: SerFit
    SerFit
  • 24 ago
  • 2 Min. de lectura

La fibromialgia es una condición crónica caracterizada por dolor musculoesquelético generalizado, fatiga, trastornos del sueño y dificultades cognitivas, entre otros síntomas. Aunque su origen es multifactorial y aún no se comprende del todo, se sabe que la inflamación de bajo grado y el estrés oxidativo cumplen un rol importante en la intensidad de los síntomas.


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En este contexto, la nutrición puede transformarse en una herramienta poderosa: no reemplaza tratamientos médicos ni psicológicos, pero sí puede convertirse en un apoyo fundamental para mejorar la calidad de vida.



¿Qué significa una alimentación antiinflamatoria?

Se trata de un estilo de alimentación que busca:

  • Reducir alimentos que promueven inflamación: como azúcares refinados, ultra-procesados, grasas trans y exceso de carnes rojas.

  • Incorporar alimentos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes: que ayudan a modular la respuesta inflamatoria y a proteger nuestras células del daño oxidativo.

Este enfoque no es una “dieta estricta” ni un “plan milagroso”, sino un cambio de hábitos sostenible que respeta las necesidades de cada persona.

Alimentos aliados en fibromialgia

Frutas y verduras variadas: especialmente aquellas ricas en polifenoles y antioxidantes como berries, cerezas, uvas, espinaca, brócoli y repollo morado.

Grasas saludables: el aceite de oliva extra virgen, la palta, las semillas de chía y linaza, y los frutos secos aportan ácidos grasos omega-3, con acción antiinflamatoria.

Proteínas de buena calidad: legumbres, pescado (como el salmón o la sardina), huevos en moderación y lácteos fermentados.

Especias y hierbas: la cúrcuma, la pimienta, el jengibre y la canela han mostrado propiedades antiinflamatorias.

Hidratación adecuada: el agua, infusiones de hierbas y té verde ayudan a mantener el cuerpo regulado.

Alimentos que es ideal reducir

🚫 Azúcar y bebidas azucaradas

🚫 Harinas refinadas y ultra-procesados

🚫 Grasas trans y frituras

🚫 Alcohol en exceso

🚫 Exceso de café, que puede alterar el sueño

Más allá de la comida

La nutrición es solo un pilar. En fibromialgia, los hábitos de vida saludables (ejercicio apropiado, higiene del sueño, manejo del estrés, acompañamiento psicológico y médico) son igual de relevantes para mejorar el bienestar.



Si vives con fibromialgia, considera que tu alimentación puede ser una aliada. Una dieta antiinflamatoria no elimina la condición, pero sí puede ayudarte a reducir el dolor, mejorar la energía y mejorar tu calidad de vida.


Cada persona es distinta: lo ideal es buscar el acompañamiento de un profesional en nutrición para personalizar el plan y adaptarlo a tus necesidades, gustos y contexto.

 
 
 

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